Cuando se fotografía a tantísimos aumentos, se hace imprescindible reducir al máximo cualquier pequeña vibración que malogre la fotografía. Para ello, se recomienda el uso de un trípode robusto y pesado, que aguante el peso del conjunto del telescopio y la cámara. Entre los diferentes modelos existentes en el mercado, los de la marca Manfrotto son los más ampliamente utilizados (los que mejores prestaciones ofrecen son el 055 Pro y el 055 NAT); también los Gitzo (los trípodes denomiandos Swarovski I y II son, en realidad, de fabricación Manfrotto). 

El conjunto cámara-telescopio se une al trípode a través de la rótula. Muchas son los modelos de rótulas que se pueden encontrar en el mercado, cada una con diferentes prestaciones según el uso que las queramos dar. Para el digiscoping, se recomienda una que posibilite un perfecto anclaje del telescopio (doble rosca), que permita estabilizar el centro de gravedad del equipo, así como que sea ágil, rápida y precisa en sus movimientos. Algunas de las rótulas que cumplen estos requisitos son las Manfrotto 501 Pro Video  y la RC329 4D (gira en las cuatro posiciones). Otras rótulas, también válidas para el digiscoping, presentan el plato de apoyo más largo, con lo que podemos desplazar el telescopio hacia delante o hacia atrás y de esa forma buscar un mejor equilibrio del mismo. Entre estas se puede mencionar la Manfrotto 128 LP, que salvo por ese detalle es idéntica a la muy utilizada 128 RC. No obstante, la continua evolución que también está sufriendo el campo de la fotografía provoca que vayan surgiendo nuevos componentes que nos ofrecen cada vez mayores prestaciones.