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Los nidos son las construcciones realizadas por las aves para albergar la puesta y la posterior cría de los pollos. Las formas que pueden llegar a tener los nidos son muy variadas, siendo los más frecuentes los que tienen forma de cuenco, pero los hay con forma de bola, de hamaca.... Para ello, emplean una gran diversidad de materiales tales como briznas de hierba, ramas, plumas, musgo, líquenes, algodón, lana, barro, papel...

 


El nido con forma de cuenco es el más utilizado por las aves. A pesar de la similitud de formas, los materiales empleados pueden variar considerablente según especies (briznas de hierba, ramas, musgo, barro...). En la fotografía un nido de Pardillo común (Carduelis cannabina).


El nido del Mito (Aegithalus caudatus) es uno de los más elaborados que podemos encontrarnos en España.
 

El tiempo empleado en la construcción del nido está relacionado con la complejidad del mismo. Los nidos más sencillos consisten en una simple depresión en el suelo (a veces ni eso); entre los más complejos y elaborados están los nidos de Mito (Aegithalus caudatus) y Pájaro Moscón (Remiz pendulinus), que suponen una autética obra de arte.

Si variados son las formas y los materiales empleados, no lo es menos el lugar de ubicación: en el suelo al descubierto o protegido entre la vegetación, árboles y arbustos, oquedades, roquedos, plataformas flotantes en un lago, carrizales, edificios, torres de tendido eléctrico, cajas nido, etc.

 


Algunas especies ocultan su nido entre la vegetación del suelo, haciendo muy difícil su localización. En la fotografía, nido de Tarabilla europea (Saxicola rubicola) oculto en un herbazal.


El nido de Cigüeña blanca (Ciconia ciconia) es un cúmulo de ramas que año tras año va aumentando su volumen pudiendo llegar a superar los 3 metros de altura.
 

La mayoría de las aves construyen un nuevo nido cada temporada. Sin embargo, hay especies como la Cigüeña que utilizan el mismo nido año tras año, limitándose el trabajo de la pareja en estos casos a la reparación de los desperfectos sufridos durante el invierno. La construcción, según especies, es llevada a cabo por los dos miembros de la pareja, por la hembra sola o, más ocasionalmente, por el macho.

 

 


 

Nota: Los nidos que aparecen en la página han sido fotografiados fuera de la estación de cría con el objeto de no causar molestias a las aves
 
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